lunes, 23 de enero de 2012

DE LA RETROALIMENTACIÓN ...

BASKET CARTAGENA:  41
C.B. ARCHENA:               63


De este partido decir que solo encuentro palabras de admiración hacia el equipo de Archena, que ha demostrado que trabajando bien se obtiene recompensa. A excepción del UCAM Murcia que está en otra órbita, este es el mejor equipo de esta competición y se merece por méritos propios estar donde está, y de seguir así es claro candidato a ponérselo muy difícil a los capitalinos en la que sin duda será la final de la categoría.

Por cierto, me encantó la forma que tiene este equipo de rotar a todo su banquillo, lo que mantiene a todos los jugadores en tensión desde principio a fin. Si un jugador sabe o presume que su participación va a ser mínima si es que la hubiere, lo normal es que se relaje en exceso. Si es consciente de que en cualquier momento va a saltar a pista y va a contribuir al trabajo de equipo, vive el partido de igual forma que lo hacen los del quinteto inicial. Enhorabuena y mucha suerte.

Cuando un niño o niña en edad benjamín inicia una actividad deportiva, en este caso el baloncesto, en un ambiente algo más organizado que el simple patio del cole, probablemente decide continuar por el ambiente, sus nuevos amigos, la atractiva actividad física, la competición, las equipaciones, el sentirse parte de algo que le atrae y le une a otros iguales...

Conforme va creciendo se da cuenta que el baloncesto forma parte inexorablemente de su vida. Lo vive y por qué no, lo ama. Su vida, a menudo, gira en torno a la cancha, los días de entrenamiento, los problemas de sus compañeros y también sus alegrías, el nerviosismo previo al día del partido, y vuelta a empezar. En la mayoría de los casos los padres también se involucran, a veces hasta más que los propios hijos. Y volvemos a tener entrenamiento, otra semana más y el fin de semana otro partido. La dureza del entreno y la disciplina les ayuda sin duda a crecer, no solo físicamente, también en lo personal. Forma parte de un grupo y hace suyos los problemas generales, haciendo partícipes a sus compañeros de los suyos propios. Es una forma de crecer sana, seguro que hay otras, pero esta es la suya.

Un día ese niño ya no lo es tanto, se convierte en un adolescente, casi un adulto, y sigue entregado a su deporte. Entrena con tanta dureza como ilusión, sacrifica horas de sueño o de otras actividades para poder compaginar sus estudios y sus "otras" relaciones personales con lo que más le gusta: BALONCESTO. Pero en ocasiones descubre que él (podría ser ella), no hace más que dar, sacrificar, esforzarse, participar, sudar la camiseta... y lo que recibe a cambio no está a la altura de lo que espera. Siente que el baloncesto le ha traicionado, y su esfuerzo durante la semana no obtiene recompensa, no hay retroalimentación y las mil y una preguntas rondan por su cabeza. No entiende cómo ni por qué, lo que hace unos años le daba muchos minutos de pista y alegrías, ahora se traduce en muchos más de desilusión, decepción y frustración... y decide dejarlo.

Mi amigo Adrián Martínez nos deja, deja "temporalmente" el baloncesto y su equipo, el CBC junior. Lo he visto crecer y madurar. Aquel niño cariñoso, afable y de exquisita educación ahora es un excelente chico que ha decidido reencaminar su vida. Seguro que echará de menos a sus compañeros y amigos, y también estos notarán que les falta alguien importante en el vestuario, aunque estoy seguro que la amistad forjada en la cancha durará siempre.

Por mi parte decirte que sabes perfectamente donde tienes tu otra familia, la de tu amigo Jesús (hijo) que es también la tuya. Y qué decir de tus padres, Oscar y Candelas. Tantos años, tantos kilómetros y tantas esperas en torno a vosotros dan para mucho. Seguro que seguiremos viéndonos, reuniéndonos en una mesa o alrededor unas buenas cervezas. Otros amigos nos dejaron por el camino y el cariño y la amistad continúa. Ya sabéis, AMIGOS PARA SIEMPRE, en la esperanza de que el año que viene Adrián decida volver a su otra casa, el Basket Cartagena.











lunes, 9 de enero de 2012

DE LOS COMIENZOS DE AÑO PAR...

C.B. CAPUCHINOS: 72
C.B. CARTAGENA: 73



Sí, habéis leído bien, no es un error y tampoco un espejismo. Donde dice 73 quiere decir eso, un solo punto de diferencia y conseguido a falta de 2 segundos para que sonara la bocina por un inconmensurable Pablo Contreras que, como el resto de la plantilla de este variopinto equipo junior masculino del Basket Cartagena, ha comenzado el año con las pilas recargadas, tal vez con carga positiva de la tendencia hacia la victoria con la que se acabó el año.

Reconozco que mi pesimismo mostrado hasta el ecuador del encuentro, cuidadosamente aplacado por mis compañeras de asiento, Carmen y Yolanda, se tornó día tras los primeros compases del tercer cuarto, en un partido que hasta ese momento era absolutamente de color Capuchino, y en el que las diferencias en el marcador oscilaban entre los 9 y los 17 puntos a favor de los escolares.

Qué no les diría el mister durante el descanso y cuánto oficio demostró durante los últimos 15 minutos del partido. Lo cierto es que el desacierto con el que nos adormilaron durante los dos primeros cuartos contrastó y de qué manera con el final del acto, en el que el corazón de los presentes, de ambos bandos, estuvo asomando por la boca a medida que el CBC acortaba distancias y lograba alcanzar a los capitalinos a falta de tan solo 2 minutos para el final. A partir de ese momento fue un ahora tú ahora yo, y la suerte se decantó de este otro lado del Puerto de la Cadena, si bien es cierto que podría haber sido y con justicia -dado el coraje, buen juego y deportividad demostrado en la pista- del lado del equipo Capuchino.

Además del buen juego global con el que los nuestros nos deleitaron, sería injusto dejar de nombrar a nuestro base Guille Hernández, cuya actuación y sus limpios robos de balón con anotación incluida fue decisiva,  por supuesto a Serafín, con una insuperable mano izquierda para los triples en el momento más decisivo del encuentro, sin olvidarnos de Christian, jugador del cadete 96 que en esta ocasión hemos tenido el placer de alistar, con una actuación sobresaliente.

También sería injusto dejar de mencionar al equipo de Capuchinos. Ya conocéis mi debilidad por este Club que hace de la buena educación su bandera. También me gustaría animar a ese gran jugador que es Juan Rubio, al cual pitaron una falta antideportiva en el último minuto que nos hizo volver al partido cuando ya casi todo estaba perdido. Creo que hiciste lo que debías, era el momento de hacer esa falta para parar el ataque contrario. Sólo falló el matiz con el que el árbitro la apreció, pero esto no debe desanimarte en absoluto, ya que un partido no se pierde solo por un matiz.

Ya por la tarde me acerqué a ver a nuestro equipo Senior Masculino de 2ª Autonómica, que venció rotundamente al de la E.B. Salesianos, con la particularidad de que el Basket Cartagena estaba formado al 50 por ciento por jugadores senior y junior que hacían doblete. El resultado final fue de 85-55.

No es la primera vez que recurro al video que os pongo a continuación. Más de uno hemos tenido que recurrir a estas técnicas de relajación este fin de semana después de este final de partido tan emocionante.