viernes, 25 de diciembre de 2009

Asesoría ALTEC C.B.C.95: 102

CB. AGUILAS “B”: 20


Partido correspondiente a la 6ª jornada del grupo “C” de la categoría cadete masculina.

Cómo y dónde estaban esas cabezas al comienzo del partido era toda una incógnita, aunque pronto el objetivo indiscreto de la cámara de fotos que todo lo ve nos sacó de dudas…



Supongo que todos estamos de acuerdo en que para dictar doctrina sobre alguna materia primero hay que instruirse y dominar lo que después se va a transmitir. Y no nos cabe la menor duda de que Nino conoce a la perfección las nociones del baloncesto, prepara los entrenamientos y transmite con seguridad sus enseñanzas. Lo que sí al menos yo dudaba hasta esta misma tarde era si Nino es capaz de llevar a la práctica esa teoría que día y noche ronda su cabeza. Hoy ha demostrado que sí, que además de enseñar es capaz hasta de colgarse en el aro, eso sí, con la ayuda de Benja… a las pruebas me remito:



Como contaba al principio de esta crónica, las cabezas de estos adolescentes salieron más pendientes de asuntos extradeportivos que del propio partido, por lo que tuvimos los por otra parte ya tradicionales primeros minutos un tanto inciertos, llegando los aguileños a hacernos pensar que este iba a ser otro de esos partidos inesperados. Pero a partir del minuto 5, con un 9-9 en el marcador, nuestros bisoños cadetes se pusieron el mono de trabajo y comenzaron a fraguar la tragedia, en este caso para los visitantes, finalizando el cuarto con un 21-9 para los locales, 12 puntos arriba que si aplicamos esa ciencia matemática que tanto nos complica la vida llamada estadística nos hacía pensar en un resultado final holgado pero sin sangre.

Pero una vez más los cálculos fallaron, y los siguientes parciales de 26-3, 32-8 y 23-0, dejaron los promedios a la altura de la pitonisa Lola y el marcador definitivo de esta guisa:



A la pregunta: ¿se ha reencontrado este equipo con la mirada de tigre de la temporada pasada?. Tal vez alguien piense lo contrario pero mi sensación es que definitivamente NO. Es posible que la mirada de tigre sea incompatible con la revolución hormonal, y por eso esas cabezas no están en lo que están, pero también cabe la posibilidad de que se trate de una ausencia, la del cojo manteca, que tras colgar la muleta ahora se dedica a liderar otros rebaños al otro lado de las líneas que delimitan la cancha. Pero las cojeras se acaban, amigo mío, y pronto no habrá excusas… a buen entendedor pocas palabras bastan.



Un saludo para la incondicional afición de esta peculiar banda.

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